El comportamiento animal de grupo supera al individual.

El comportamiento animal de grupo supera al individual.

El comportamiento animal de grupo supera al individual en muchos casos. Un poco de etología te alegra el día.

El comportamiento animal de grupo supera al individual muy a menudo.

Conductas genética y electricidad. La democracia de los babuinos

Es innegable, el efecto que, el hábitat y las conductas animales tienen en un grupo de animales de la misma especie. Por ejemplo en una comunidad de babuinos, en el que todos se mueven como un grupo, o del espinosillo o pez espinoso.

¿Es que un animal deja de serlo al formar parte de un grupo? No, pero limita mucho sus comportamientos individuales.

Si, la dinámica del grupo en muchas especies acaba con la personalidad de cada individuo.

Vamos a verlo.

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Los babuinos se mueven en grupo.

Babuinos reconocen palabras en un ordenador

Según nuevos descubrimientos publicados en eLife, los factores ambientales, como la densidad de vegetación del medio, ríos, desfiladeros… juegan un papel clave en el comportamiento animal de grupo.

Investigadores de los Estados Unidos y Alemania siguieron 25 babuinos de Anubis (Papio anubis) pertenecientes a un grupo, con un sistema de posicionamiento global (GPS) en el Centro de Investigación Mpala en Laikipia, Kenia.

Utilizaron drones para una reconstrucción tridimensional en alta resolución del hábitat de los babuinos poder predecir los movimientos y rutas de los animales.

El estudio concluye cómo los hábitats de los babuinos y las interacciones sociales, sobre todo, su tendencia a seguir de cerca a los demás, se unen para dirigir los movimientos de cada individuo en un grupo y así conformar la estructura de la comunidad en general.

Uno de los factores más importantes de las decisiones de los babuinos acerca de dónde ir en el grupo es adonde han ido antes los otros miembros de la comunidad.

También encontramos que los babuinos tienden a usar caminos artificiales y, en menor grado, caminos de animales, lo que les permite saber efectivamente hacia y desde el sitio donde duerme el grupo.

Los movimientos de los animales también están limitados por las características del hábitat, como la densidad de la vegetación en la zona, en los ambientes particularmente densos, por ejemplo, el grupo se mueve más lentamente y los individuos se vuelven menos alineados en su dirección de viaje, estructura general y movimiento de los grupos.

Nos comenta Ariana Strandburg-Peshkin, una de las autoras del estudio, del Instituto Max Planck de Ornitología en Radolfzell, Alemania.


Aprende más de conductas animales:


Destacamos la importancia de combinar comportamientos sociales y el hábitat para entender el movimiento de los animales tanto a nivel individual como de grupo.

Strandburg-Peshkin, otro autor, dice que es un “paso crucial” para predecir cómo los ambientes cambiantes pueden afectar a los animales sociales.

Iain Couzin, el tercer autor, del Departamento de Comportamiento Colectivo del Instituto Max Planck de Ornitología y de la Universidad de Konstanz, sentencia:

Aunque nuestro trabajo ilustra las ideas que se pueden obtener de tecnologías como la imagen remota basada en drones y el GPS, se limitó a un período relativamente corto de recolección de datos principalmente debido a la limitada duración de la batería del equipo.

Una idea en el futuro sería realizar un muestreo a largo plazo o repetido de grupos de animales, a lo largo del año, para capturar condiciones ambientales cambiantes, tales como un clima muy húmedo o muy seco, lo que nos permitirá investigar con mayor precisión cómo afectan estos cambios, decisiones individuales y estructuras, a nivel de grupo.

¿Cómo afectan los comportamientos sociales a la personalidad de cada animal? El caso del espinosillo.

Espinoso. Foto: Viridiflavus (Own work) [GFDL or CC-BY-SA-3.0
Espinoso. Foto: Viridiflavus (Own work) [GFDL or CC-BY-SA-3.0

Christos C. Ioannou y biólogos de la Universidad de Brístol, quieren aclarar este tema con el espinosillo o pez espinoso (Gasterosteus aculeatus), un residente de las costas del hemisferio Norte.

¿Y por qué este pez en concreto? En la naturaleza, existen tanto individuos como grupos sociales. Es por eso que vienen “de perlas” para analizar la personalidad animal en varios hábitats.

En el estudio, seleccionaron 80 peces en un acuario, tapado este, en un lado, dejando el otro lado sin cubierta. En el lado sin cubrir, pusieron algo de alimento.

Y claro, para el espinosillo, (que la zona cubierta supone las rocas donde este animal habita normalmente y el lado sin cubrir es mar abierto) cruzar de un lado a otro del acuario es muy peligroso, ya que para el, la posibilidad de ser depredado en aguas abiertas, sin el amparo de las rocas de la costa, es mayor. Por eso, los primeros días, el grupo no se movió de su zona cubierta de “seguridad”.

Pero al discurrir los primeros días, los más osados y hambrientos empezaron a lanzarse a por comida, a “jugársela” vaya.

Hasta que al final, los más valientes ejercieron el rol de líderes de grupo, y el resto imitó sus conductas.

Los primeros salieron con relativa rapidez, pero parecían saber que nadie más los secundaba, por lo que aguardaron a que otros se les sumaran.

Nos dice el biólogo jefe de la investigación Ioannou.

Una vez separados los peces del grupo, estos volvieron a sus conductas previas.

Conclusiones.

Apicultura. Imagen de manual de apicultura.
Para conductas grupales complicadas las de la amiga 🙂

Han llegado a la certeza de que la necesidad de tomar decisiones arriesgadas solapa conductas individuales, buscando un consenso en el comportamiento de muchas especies como estos peces de espinas.

Muchos etólogos, se preocupan de conductas individuales, por encima de las grupales y otros priorizan lo contrario.

Al menos eso dice Mike Webster, etólogo de la Universidad de St. Andrews para acabar este artículo:

El auténtico logro de este trabajo es que aúna ambas corrientes de investigación, lo cual demuestra que la personalidad de cada animal es a la par flexible y persistente.


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Fuentes y referencias:  Traducción de una investigación de Ariana Strandburg-Peshkin, Damien R Farine, Margaret C Crofoot Iain D Couzin para eLife y Goldman, Jason G.  para scientificamerican.com Imágenes: pixabay.com y wikipedia.org

2 comentarios

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